Sicilia

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Necesito vacaciones, dos veces al año de seis meses cada una

Sicilia es la isla más grande de Italia, separada del continente por el estrecho de Messina y bañada por el Mar Jónico, el mar Tirreno y el Mediterráneo.Es una de las joyas del sur de Italia, que se puede descubrir, conocer y vivir a través de una serie de rutas alternativas que, dependiendo de los gustos y necesidades, se pueden desarrollar a través de la naturaleza, la historia o la tradición.
La naturaleza parece haber destinado a esta tierra todas sus maravillas: montañas, colinas y, especialmente, el mar, que con sus increíbles colores, la transparencia del agua y la belleza de sus fondos marinos no tiene nada que envidiar los demás mares.

Clima

La isla se beneficia de un clima mediterráneo, con inviernos suaves y húmedos y veranos cálidos y muy áridos. En la primavera el paisaje es verde y florido, los veranos son amarillentos y sin flores. La aridez es marcada en el sur. La afecta directamente el siroco, que llega de África y genera repentinos cambios de temperatura. Las precipitaciones son escasas. Sicilia sufre de un déficit de agua crónico, ocasionando regularmente cortes de suministro. Esto no impide que la agricultura sea uno de sus principales recursos económicos. La nieve cae abundante por encima de 900-1000 metros, pero si hay ola de frío puede nevar también en las colinas e incluso por las ciudades costeras (este último fenómeno es más común en Messina). Las montañas del interior, especialmente las de Nebrodi, Madonie y el Etna, tienen un clima propio de los Apeninos, con fuertes nevadas durante el invierno.

Lugares

• Palermo: Capital de Sicilia, es una bella ciudad con gran movimiento turístico. Sus calles, casi laberínticas, poseen un trazado árabe-medieval y unen el centro comercial con la catedral. Vale la pena visitar la iglesia de San Juan de los Eremitas, la cual dispone de cinco cúpulas árabes de color rojo que se erigen sobre un romántico claustro.
• Catania: Representa la segunda ciudad de Sicilia en importancia. El Teatro Griego-romano, el Odeon, el Anfiteatro, las ruinas del acueducto romano, el foro romano, la catedral de Santa Aghata y la Piazza del Duomo, constituyen el paseo obligado. También, vale la pena realizar una excursión al “Parco dell’Etna”, que ofrece un impresionante paisaje volcánico debido a la presencia del Monte Etna. Además, dispone de numerosas y blancas playas, con gran infraestructura turística.
• Taormina: Se puede visitar el teatro grecorromano, desde el cual es posible apreciar la costa, el volcán Etna y, a lo lejos, Calabria. El corso Umberto, la calle que atraviesa la ciudad, se halla rodeado por sofisticados comercios y cafés.
• Siracusa: consta de dos partes: la Neapolis, donde se sitúan el parque y el museo arqueológicos; y la isla de Ortigia, que constituye el centro histórico. Es posible recorrerla a pie, para observar cada detalle de las fachadas, plazas y balcones de las casas señoriales. La fuente Aretusa, es otro de sus singulares atractivos.
• Ragusa: se erige en lo alto de un monte, a donde no es posible acceder en coche, que se destaca por las fachadas de sus palacios, restaurantes y hoteles. También, sobresale el jardín Ibleo, donde se levantan tres iglesias cerradas al público.
• Agrigento: Encontramos sitios interesantes como el valle de los Templos y la iglesia de Santa María de los Griegos, esta última construida sobre un antiguo templo dórico del siglo V a.C.
• Segesta y Selinunte: Situadas muy cerca de Palermo, son dos parques arqueológicos de extremada belleza, que nada tienen que envidiarle a las grandes ciudades griegas.

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